jueves, 27 de agosto de 2015

RICKI

ESTA PELÍCULA, LA TENÉIS QUE VER.

Y, aclarado ese punto, paso a explicaros el por qué.


He consultado en que género la encuadran los críticos, y no se ponen nada de acuerdo: Del melodrama a la comedia romántica al musical...

Os cuento en que género la encuadro yo: Películas que me hacen reír a carcajadas y sentirme bien. Películas que me hacen entender un poco mejor el mundo y la vida.


Ricki es toda una sorpresa para quienes, como yo, acudan a la sala de cine solo a ver la siguiente de Meryl Streep. Que vayan sin saber de qué va realmente la película. No se arrepentirán.


Hay que decir, desde ya, que no es solo de Meryl Streep. Es de Kevin Klyne, Mamie Gummer, Sebastian Stan...

Todo un elenco donde hasta el más casual de los figurantes parece estar allí puesto donde tiene que estar, de manera perfecta, reflejando las muy imperfectas vidas de los protagonistas.


Y con ellos, los diálogos. Y la dirección. Todo al servicio del espectador, que no pasará más de cinco minutos sin meterse de lleno en ese mundo que, en contra de tantas cosas que se ven hoy en la pantalla, refleja con dolorosa fidelidad el mundo real.


Ricki es una rockera que, como tantos artistas malvive por perseguir su sueño, atrapada en el infierno de las cajeras de supermercado. Que no se ofendan estas, la película muestra que hay muchos tipos de infierno, para todas las clases sociales.


Habiendo abandonado a su marido e hijos para cantar, ahora tiene que regresar para ayudar a su hija a superar un repentino divorcio.

La interacción de la "alternativa" Julie con unos hijos resentidos y problemáticos de otra clase social da lugar a las más hilarantes situaciones y conversaciones.

Y hasta aquí puedo leer...


La película muestra como nadie nace enseñado a navegar por esta vida, e hijos y padres pueden y deben ayudarse y educarse mutuamente.

Los que han puesto su seguridad en peligro la ganarán, y aquellos que han intentado asegurarla la perderán... al menos en parte.


Me fascinaron sobre todo esas raíces sin tinte de Rick Springfield mostrando que no todo el mundo en América son estrellas de cine inmaculadas y llenas de botox.

Y me fascinó el grupo con el que tocan, y las cicatrices vitales que cada cual muestra aún sin pronunciar palabra.

Y me fascinó el retrato de América que el director hace con los asistentes al club rockero en que toca el grupo.


Pero sobre todo ME REÍ.

Eso solo ya es razón para ir y ver una película.

Y además, si ponen ustedes algo de atención, igual aprenden a no cometer los errores de Ricki.

...O a redimirse con sus oportunos aciertos.

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