miércoles, 10 de agosto de 2011

FANTASTIC FOUR THE MILLAR/HITCH: EL "NEOREALISMO SUPERHERÓICO"

Con un Mark Millar en franca retirada respecta a sus trabajo para Marvel, no creo haber sido el único que ha notado en las últimas hornadas bastante menos acierto que en los trabajos que lo auparon al éxito.

Particularmente sus FF acabaron pasando sin pena ni gloria, unidos al desconcierto de los fans frente al dibujo de un Hitch que ahora si cumplía las fechas pero al precio de rebajar bastante los niveles de detalle, y cambiar el propio método de producción.


De Hitch (o cualquier otro artista) tengo que decir que yo soy de los que prefieren diez páginas "regulares" en lugar de una hiper-detallada.

De Millar, tengo que confirmar el fracaso parcial de su etapa. No puede triunfar uno en 4F usando en 12 números únicamente a Doom y un Galactus en coma. Se nota de nuevo que Millar no es un erudito en la serie, y los personajes que introduce, como los New Defenders/Fantastic Force no acaban por tener ningún empaque.


Con diferencia es el más que anunciado subargumento de los Masters of Doom el más fallido de todos, pues Milar anuncia una macroamenaza que además interconecta sus obras 1985 y Old Man Logan con estos FF., pero al final se dan más detalles de esto en las entrevistas que en el propio cómic, donde el argumento se resuelve con un oportuno Deus Ex Machina.


Y sin embargo, dicho todo lo malo, tras una segunda lectura, hay que aplaudir a Millar por triunfar en la representación de los personajes como una FAMILIA.

La aventura cósmica es casi inexistente, pero el culebrón alcanza nuevas cotas de realismo y verosimilitud.


Al menos yo siempre me he preguntado que demonios puede ver Reed en Sue, cuando es 1000 veces más inteligente que ella, y su conversación y compañía le tienen que resultar insoportables.

Millar recupera un personaje inútil como Alyssa Moi y la convierte en "Ms. Fantastic", una constante amenaza para el matrimonio Richards.


En cuanto a Johnny, es más tarambana que nunca, convertido en un cruce entre David Beckham y Paris Hilton, siempre inventando estrategias para permanecer siendo un adolescente de treinta y tantos años, siempre fracasando en todas ellas por su irresponsabilidad.

Millar incluso actualiza su romance con Crystal durante sus furtivos encuentros con una integrante de los futuros New Defenders, tocando tanto como le permite la censura la erótica de la acción superheróica.


Ben obtiene una nueva compañera que por supuesto va a acabar perdiendo, pero la justificación final resulta absolutamente plausible en este caso.

Tan cercano a la humanidad, y a la vez, infinitamente lejano y solitario, monstruoso.


Y en los episodios donde los FF visitan la Escocia natal de Millar, la sensación de familia normal se hace absoluta, unido a un dibujo de Millar que sin duda basa sus versiones de Franklin y Valeria en sus propios hijos.


Hitch recupera el hallazgo de Kirby de que en los cómics de superhéroes no todo tienen que ser músculos hipertrofiados, sino que hay lugar para mucho, mucho más.

Los 4F se convierten en un bello documental del National Geografic.

Kirby incluyó pastores tibetanos a las puertas de Attilan, Hitch hace lo propio con los paisanos escoceses.


A su manera los autores han sido terriblemente fieles al tono de la serie, y estas páginas no deben de permenecer en el olvido pues renuevan el compromiso de los cómics Marvel: que los superhéroes van más allá de darle un puñetazo al Joker o devolver a Luthor a la cárcel.

6 comentarios:

jose maria dijo...

La verdad esque sin llegar a ser una maravilla la etapa de Millar & Hitch es entretenida, cosas peores hay por ahi, aunque la actual etapa de los 4f para mi le da bastantes vueltas

Anónimo dijo...

"Al menos yo siempre me he preguntado que demonios puede ver Reed en Sue, cuando es 1000 veces más inteligente que ella, y su conversación y compañía le tienen que resultar insoportables."

Se llama "reposo del guerrero".

Para desconectar del trabajo o de lo que sea, la compañia de alguien como Sue es bienvenida.

Iván B. dijo...

Me quedo con la reflexión de que prefieres 12 páginas sin detalle regularmente que 12 maravillas de vez en cuando.

A mi me gusta la regularidad, y de hecho, el constante baile de dibujantes, y sobre todo de guionistas, me molesta bastante.

En mi opinión las mejores épocas de un comic aparecen cuando dejan trabajar con continuidad a un equipo que funciona bien, y digo continuidad, es decir, periodos largos.

Pedro Jota dijo...

Yo siempre he visto a Sue infinitamente más fuerte que Reed. Esa visión de "lo que yo hago es lo importante, cuando tenga tiempo para relajarme ya te busco y hago como que te escucho" haría de Reed un Sheldon (el de Big Bang) cualquiera.

Reed es un tarado emocional, y si se le dejara solo acabaría como Doom. Precisamente es su familia la que le da esa humanidad que a él le falta, la que actúa de ancla con el mundo real y la que le hace un personaje soportable. Byrne y Claremont (este último principalmente en la miniserie de los 4F contra la Patrulla) supieron plasmar esto perfectamente. Millar no, y ahí tuvo a todos los fans pensando que el Reed "clona-Thores" y constructor de prisiones de Civil War era un skrull (yo lo sigo pensando: el aparato detecta-aliens que construyó al final de Secret Invasion y le proporcionó a SWORD en la serie de Spider-Woman estaba trucado para quitar de en medio a los que le interesaba...).

El Reed de Hickman tampoco me gusta, por frío. Pero hay un plan, o eso nos dice.

Sergio dijo...

Reed Richards ve un par de cosas muy importantes para un hombre y se calzan con sujetador. En la vida real no es diferente.
En cuanto a esa etapa nunca la ví tan mala como dicen por ahí ni tan buena como te ha resultado en la relectura. Pero debo decir que a mí me falta releerla. Como dice alguien más arriba entretenida y sí, cosas peores se han visto por ahí.

Felipe dijo...

Sinceramente la etapa de Millar me pareció interesante sobretodo en el tema familiar y el desarrollo de los personajes (sobretodo Reed, Sue y Ben).

Millar consiguió salirse de las historias arquetípicas e introducir de nuevo la magia Kirby/Lee: viajes y acción fantástica.

Que no me ha gustado:

La elevación a Johnny como estúpido supremo. Me cansa bastante esta interpretación del personajes que ya empezaron Marin/Pacheco (que al menos lo trataban respetuosamente aunque quisiera ser actor y tenía alguna bromita para Ben pero ya está) pero que institucionalizó Mark Waid, continuó Straczysnki, McDuffie consiguió devolverle ese sentido de espíritu juvenil sin caer en la estupidez.

Por favor Johnny había evolucionado mucho e intentar volver a la era Lee/Kirby cuando era un personaje adolescente no tiene sentido (incluso Chris Evans lo hace mejor: ser adulto con espíritu adolescente sin pasarse).

Convertir a Alyssa Moy en una robahombres porque en la etapa Claremont estaba muy bien definida y era interesante. Eso sí, el tratamiento de Millar como científica y todo la saga del Neomundo me gustó.

Convertir al DR MUERTE en un Lord Sith. Por favor, Victor Von Muerte tiene entidad propia y no necesita ser aprendiz de nadie. Le quita dramatismo al personaje cuyo mayor pecado es el orgullo.

Bueno, esta es mi opinión. Soy fan de los 4F desde el principio y espero seguir siéndolo mucho tiempo. Han cumplido ya 50 años el cómic y para mí sigue siendo el mejor.